Estimada persona que no encuentra el amor,

Lo sé. Es desgarrador sentir la necesidad de amar y no encontrar quien pueda hacer realidad eso.

O al menos eso es lo que has creído gran parte del tiempo que has pasado en la búsqueda agotadora de ese extraño ente llamado AMOR. Sin embargo, tal vez quien crees que te debe otorgar ese sentimiento no sea precisamente el más acertado.

Imagina lo siguiente, es importante:

Un día te despiertas y decides que serás un gran maestro de la pintura. Entonces alguien te dice: “Eso es excelente”, no pierdas tiempo, empieza a tomar clases de pintura”. Tú –que nunca has tomado una clase de arte-, le respondes molesto: “¿Clases? No necesito clases, no necesito saber cómo mezclar los colores, ni como sostener una paleta, ni siquiera como montar un lienzo. Lo ÚNICO que yo necesito para ser un gran maestro, a la altura de Picasso o Renoir, es que el paisaje aparezca ante mis ojos y ese paisaje me lo dará todo. Me dará la capacidad de poder plasmar en un cuadro mi arte. El paisaje me hará un gran pintor”.

Exactamente así te sucede cuando sufres porque no tienes pareja. Tu tristeza porque no encuentras el amor se reduce a una creencia de que el amor es el otro. Que tú no necesitas saber nada acerca de ese sentimiento, ni importa si estás destrozado emocionalmente o sin estructura amorosa. El amor es el otro y su llegada te hará saber del amor. Y, por tanto, cuando no está, te “has quedado sin amor”.

Tú sabes que me he especializado en este asunto del amor romántico. Pero hoy te voy a decir el secreto de por qué mi interés en el tema.

Cuando me preguntas la razón de mi dedicación a trabajar con personas que están atravesando una ruptura o que, como tú, no encuentran el amor, te sorprende que te responda: “Creo que la gente no entiende el asunto de amor”.

De entrada no me comprendes, supones que soy soberbio y que creo tener todas las respuestas acerca del tema, pero nada más alejado de la verdad. No considero tener el fuego del conocimiento al respecto ni ser un guía adecuado para “mostrarte el camino al amor”.

Nada de eso. Sin embargo, sí puedo decirte algo y es que solamente sé una cosa: Tu GRAN PROBLEMA es que crees que tu GRAN PROBLEMA en el amor es que NO TIENES A NADIE QUE TE AME. Y entonces reduces el amor de pareja a una sola vía. La que tiene que ver contigo nada más.

“Estoy sola/o”, “Nadie me quiere”, “Siempre me abandonan”, “No soy feliz sin pareja”.

Todo gira en torno a tu “fracaso” en el amor porque no estás con alguien. Pero eso solamente es la mitad de la ecuación romántica. Si bien es cierto que es posible que no tengas a nadie que te ame, ese no es tu mayor problema. TU MAYOR PROBLEMA es que, casi con toda seguridad, TAMPOCO SABES AMAR.

Y si no sabes amar, ¿de qué mundo de fantasía sacas que encontrarás a tu paisaje (la pareja) y podrás pintarlo sin conocimientos de pintura (lograr el amor)? Eso es imposible. Es una utopía alimentada por los cuentos de hadas y las asquerosas historias de la televisión, que venden muy bien pero destruyen cualquier educación emocional que puedas tener.

Cuando te veo en sesiones y te quejas (igual que decenas más en la misma semana) que no te aman, siempre te desarma mi inocente (jejeje) pregunta: ¿Tú sabes amar?

Casi siempre das por hecho que sabes hacerlo, aseguras que das todo en una relación, que amas y apoyas incondicionalmente o que sacrificas cuestiones tuyas en aras del bienestar de la relación. Pero eso no es saber amar. Y te aseguro que no lo es porque –invariablemente-, esos patrones terminan llevándote de nuevo a la soledad. Entonces no funcionan ¿verdad?

No. Saber amar no empieza con el otro, sino contigo mismo/a. Ahí está la clave. Y odio caer en lugares comunes y trillados pero en verdad que el verdadero amor de pareja empieza en el amor que cada uno de sus integrantes tiene por sí mismo. Saber amar implica entonces y sobre todo, saber AMAR-SE.

Pero, ¿por qué saber amar-se es tan importante para que, por tanto, te amen? La respuesta es que amar-se es sinónimo de respeto. Cuando una persona tiene respeto consigo misma y es congruente, los demás le encuentran, casi en automático, irresistiblemente atractiva (la afinidad física es el primer estadio hacia el amor). Y ¿cómo encuentro ese respeto y por tanto el amar-me?, te preguntarás ahora.

Y aquí está en lo que creo: TIENES QUE VOLVER TU VIDA MÁS INTERESANTE.

Y no solamente se trata de que salgas más, realices diferentes actividades, te arriesgues a probar cosas nuevas (desde un nuevo peinado hasta una experiencia tántrica), sino también a volver tu vida más interesante en el interior de tu mente y de tu corazón. Y para lograrlo tienes que hacerte la pregunta: ¿Quién soy yo?

Pero quiero decir, realmente hacértela.

Mírate al espejo, confróntate y acepta la brillantez y la oscuridad. Acepta tu cuerpo, tu mente, tus ideas, tus creencias, tus fallas y tus aciertos. Eso es lo que eres, no necesariamente mala/o ni bueno/a. Solamente ese único ser irrepetible. Nunca ha habido uno igual y jamás lo volverá a haber. Y si no puedes hacerlo sola/o, toma psicoterapia si es necesario. A veces necesitamos un poco de ayuda.

Lo que quiero decir es que esas son tus herramientas, lo que tienes y lo que puedes entregar. No tienes por qué dejar de ser tú para que te amen, para que te acepten o para que no te abandonen. La gran paradoja es que, contra todos tus miedos, cuando realmente sabes quién eres, te amas y entonces puedes amar, lo que provoca que entonces alguien realmente te ame. Sin trucos, ni reglas, ni chantajes ni manipulaciones.

Así que de ahora en adelante recuerda que tu gran misión para encontrar el amor no es buscar desesperadamente que alguien te ame, sino encontrar como puedes detonar tu amor por ti, por encima de cualquiera. Y si lo haces, te aseguro que el amor del otro llegará por añadidura. Un auténtico amor. De los grandes.

NO busques que te amen, busca saber amar y entonces hallarás eso de que careces. Garantizado.

Vicente Herrera-Gayosso

Psicoterapeuta y Autor

Recuerda seguirme en Youtube y en Facebook: Vicente Herrera-Gayosso